Doblemente tarado (1/3)

Nuevo relato, esta vez es el turno de 'Doblemente tarado', historia juvenil de sólo tres capítulos, esta es la primera parte.

El camino que elegiste

Las historias de amor no necesariamente tienen que terminar en un final feliz, esta afirmación puede ser corroborada por Juan Benítez, nuestro protagonista, quien a sus cortos 20 años, había conocido de todo en la materia de los sentimientos.

Conocer a Maribel López, le cambiaría la vida, sus grandes ojos y pronunciados pómulos, eran la combinación ideal para aprehenderse más a ella, sus 18 años eran excusa perfecta para guardar la inocencia y ternura que sus ojos transmitían.

No era necesario que alguien los presentara, el destino se encargaría de ello, una noche de octubre y un paradero oscuro serían testigos del primer encuentro. Juan llegaba de una infructífera primera cita con otra chica, al bajar del autobús, observó a una chica andar por el camino más peligroso, en donde detrás de unos arbustos se escondían dos aprendices de malhechores. Juan no lo pensó dos veces y, de inmediato, advirtió a la joven de no optar por referido camino.

Con algo de susto, ella volteó y tomó el mismo camino que Juan, metros después, observó a los hombres que iban a despojarla de sus pertenencias. Convencida de lo dicho por Juan, agradeció a este último. “No me agradezcas, es sentido común, a cualquiera le hubiese dicho lo mismo, solo prométeme que no volverás a andar por aquí sola”, respondió. “Prometido, sin embargo, algunos días regreso tarde de la universidad por los trabajos grupales”, contestó aquella chica.

Juan le dijo que cuando regresara tarde, debía pedir a uno de sus amigos que la recogiera, a lo que Maribel replicó, explicándole que recién se ha mudado a la zona y solo tiene una sola amiga. Sin pensarlo, Juan sacó un lapicero, cogió el brazo izquierda de ella, apuntó su número celular, le pidió que lo llamase cuando volviera tarde y se marchó rápidamente, dejando desconcertada a Maribel.

Al llegar a casa, Juan recién se dio cuenta que no conocía el nombre de tan linda chica y mucho menos ella el de él. Transcurrieron los días al mismo ritmo que se esfumaban los recuerdos y detalles de conocer a tan interesante chica.

Luego de dos semanas, una llamada desde un número desconocido cambiaría por completo el rumbo de Juan. “Hola chico sin nombre, puedes esperarme dentro de 5 minutos en el paradero, por favor”. No hacía falta preguntar quién era. Sin pensarlo, cogió y se puso una polera gris y a pesar que la llamada decía dentro de 5 minutos, en cuestión de segundos Juan se encontraba en el paradero.

Los minutos pasaban y el rostro de la adolescente no concordaba con el de las personas que bajaban de los distintos buses. En un momento, Juan siente la presencia de alguien detrás de él, al voltear era ella. “No te he visto bajar de ninguno de los buses”, señaló Juan a Maribel. “Es verdad, no me he bajado de ningún bus, hace 3 horas que he llegado de estudiar. No sé que se me dio por llamarte”, dijo ella.

Totalmente sorprendido, Juan le preguntó su nombre, a lo que ella contestó: “¡Vaya! Después de dos semanas, al fin me lo preguntas. Maribel y ¿cuál es el tuyo?”. “Juan, no, miento, es Juan Carlos aunque de repente me quieras llamar Juan o tal vez Carlos”, respondió con bochorno y nerviosismo.

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1 Response to "Doblemente tarado (1/3)"

  1. Marjorie Says:
    14 de enero de 2012, 22:13

    Hace tiempo que te pediamos que vuelvas a escribir y por fin lo hiciste rider. bonita historia, espero con ansias la segunda parte.